lunes, 14 de agosto de 2017

LA CUEVA DE " PIM PAM "


30 años de los cinco niños de la cueva del Pim-Pam


Cinco niños desaparecidos desde el sábado de sus domicilios del barrio de El Polvorín, de Las Palmas de Gran Canaria, fueron rescatados en la madrugada del martes del interior de la cueva conocida como Pim Pam por un grupo de espeleólogos aficionados formado por cinco jóvenes, entre los que se encontraba un hermano de uno de los niños extraviados. Lo que comenzó como un juego -la curiosidad de unos pequeños ansiosos de nuevos entretenimientos- pudo terminar en tragedia y mantuvo a cuatro familias y a todo el barrio en vilo durante tres días.

"Queríamos ver", afirmaron los protagonistas del suceso, "cómo era la cueva por dentro". Cuatro de los cinco niños hicieron el sábado, antes de adentrarse en Pim Pam, una primera tentativa fallida.

"Llegamos con una sola vela a la cueva, un gato nos asustó y salimos corriendo", explicó Alejandro Calimaro, quien contó que, tras unirse al grupo Alberto González, decidieron repetir la intentona con dos velas más que compraron con 40 pesetas. "No pensábamos que fuera peligrosa, queríamos ver cómo era por dentro. Cuando nos quedamos atrapados y se nos gastaron las velas, empezamos a tener miedo y a pensar en nuestros padres".

A las horas de estar perdidos, los pequeños comenzaron a sentir hambre y frío a consecuencia de la fuerte humedad existente en la cueva. "En muchas ocasiones pedirnos socorro", aseguraban ayer los cinco menores. Los hermanos Hernández Monzón, por su parte, confesaron a su madre, nada más ser encontrados, que llevaban "dos días llorando".

Una cueva ya rastreada

Los niños fueron hallados a las 2.15 de la madrugada (hora de Canarias), según fuentes de Protección Civil, quienes ratificaron ayer a este periódico la circunstancia de que la cavidad de Pim Pam en la que fueron localizados los menores había sido profusamente rastreada con perros, "aunque a nosotros no nos dio resultado alguno". La cueva tiene abundantes bifurcaciones, que hacen difícil, una vez internados en ella, hallar la salida, dada su laberíntica disposición, tal como confirmaron unos vecinos del barrio que, en la tarde del lunes, iniciaron una incursión de salvamento sin resultado. El grupo de jóvenes espeleólogos aficionados inició el lunes por la noche las tareas de búsqueda a petición de los familiares de los desaparecidos y con el auxilio, según todos los indicios, de una joven vidente, Lidia Padrón, que a través de la cartomancia del tarot y un péndulo fue buscando en la cueva la situación exacta de los menores, según si propio testimonio.

"Pedí un jersei y una foto de alguno de ellos porque de las que habían salido en los periódicos no se podían captar las vibraciones", explicó a una emisora de radio Lidia Padrón. La vidente aseguró que en el interior de la cueva Pim Pam, cuando se encontraba en una bifurcación de diferentes caminos, "me paraba y le preguntaba al tarot si era a la derecha o a la izquierda".

Al llegar al último tramo fue el joven espeleólogo Manuel Calimaro, hermano del pequeño Alejandro, quien, pertrechado de linternas y cuerdas, continuó la búsqueda. Manuel Calimaro, en un recodo, creyó ver las piernas de su hermano y lo llamó por su nombre. Éste le respondió, y acto seguido Calimaro se tropezó con los niños, que estaban unos acurrucados junto a otros para evitar el frío.

martes, 28 de febrero de 2017

40 DIAS ¿Tiene algún significado ese periodo de tiempo?



El retiro de Jesús en el desierto duró 40 días. ¿Tiene algún significado ese periodo de tiempo? Debemos recordar que la Biblia hace un uso abundante del simbolismo de los números, que los antiguos lectores entendían bien, aunque en nuestros días pueda parecer extraño. El número 40, que aparece aquí, lo podemos encontrar en más de cien textos, pero pocas veces con un significado matemático. Recordemos que, en la antigüedad, morían muchos niños y los adultos vivían unos 40 años. Los que superaban esa edad eran una minoría. Por eso, 40 años era el símbolo de una generación, de una vida, de un tiempo suficientemente largo para realizar algo importante. Moisés, por ejemplo, murió a los 120 años (Dt 34,7). San Esteban divide su vida en tres etapas de 40 cada una: el tiempo que pasó en Egipto, adorando a los dioses falsos, el tiempo que pasó en el desierto, purificándose, y el tiempo que vivió al servicio de Dios y de su pueblo (Hch 7,20-40). Es como si hubiera vivido tres «vidas». Isaac se casó a los 40 años (Gen 25,20) y también Esaú (Gen 26,34). Israel caminó por el desierto durante 40 años, guiado por Moisés (Dt 29,4). David reinó 40 años (1Re 2,11). Y Job, después de sus desgracias, vivió 40 años de bendición (Job 42,16).
Igual que 40 años significan una vida, 40 días significan un tiempo suficientemente largo para que se realice algo importante. Así, el diluvio duró «40 días y 40 noches» (Gen 7,12). Moisés pasó 40 días en oración antes de recibir las tablas de la Ley (Ex 24,18). 40 días tardaron sus enviados en explorar la Tierra Prometida (Num 13,25). Elías anduvo 40 días antes de encontrarse con Dios (1Re 19,8). Jonás anunció la destrucción de Nínive a los 40 días (Jon 3,4). Jesús fue presentado en el templo a los 40 días de su nacimiento (Lc 2,22), como mandaba la Ley (Lev 12). Después del bautismo, pasó 40 días en ayuno y oración (Mt 4,2) y, después de la resurrección, se apareció también durante 40 días (Hch 1,3). Así pues, los 40 días de Jesús en el desierto significan el tiempo necesario para prepararse a su misión.